Nos han levantado del albergue de Irún con música de 'los chicos del coro' a eso de las 6:30.
No he pegado ojo. 6 personas en un pequeño cuarto, excatologiamente hablando, dan mucho juego. Se dice que un peregrino no se queja nunca, que siempre está agradecido. Y lo pienso cumplir a rajatabla. ¡¡Voto a Brios!!
He salido a las 8 del albergue y me he acercado al puente de Santiago que hace frontera con Francia, para marcar mi km 0 y contemplar como el sol se posaba sobre el Bidasoa e Irún.
Al final de este extenuante día, he llegado a esta preciosa Zumaia, sudando como un pollo. El albergue estaba cerrado y he tenido que subir a Santa Klara en los confines del mundo, empujando durante más de 1 km la bici porque no podía con la cuesta (y si la tuviese, ni con mi alma). Menos mal que la hospedera (con cierto aire a Iñaki Gastón) ha sido más maja que las pesetas y hasta bajó luego a buscarme en coche cuando bajé a cenar. ¡¡Apa Iñaki!!
Ahí he visto al Pegaso salado (con S y sin alas), con ese azul opiáceo del cantábrico y Zumaia.
Debían de ser las 7 cuando he llegado. Total, que he debido estar 11 horas subido a la burra. ¡¡Si se supone que eran 60 y pico kms!!
Algo no cuadra... o sí.
He debido disfrutar de lo lindo, pues se me ha hecho corto. Con mucha calma, haciendo fotos, mriando, escrutando este curioso país vasco, antiguas vascongadas.
Observando a sus congéneres, algunos realmente simpáticos y acogedores, otros desconfiados y con la mirada dura. Contemplando a sus mujeres, de amarga dulzura, de rigurosa femeninidad, sin excesos, de gestos secos y contenidos. No son bellas ni coquetas, pero tienen talle de junco y eso reconforta.
Ocurre que soy el único peregrino que he visto en bici por estos pagos. Esas 11 horas se deben a caminos mal tomados (sí lici, claro que me equivocado un par de veces, es mi intransferible e irrepetible naturaleza) y a veces porque el camino está poco señalizado, a pesar de esta curiosa estampa a la drcha. Qué ánimos, ¡¡solo 767 km hasta la meta!!.
Hay tramos que no se pueden hacer en bici, ni con la técnica del 'empujing', ni con la del 'amiloming' y acabas llegndo al 'blasfeming' en boca, impotente y extenuado.
Hay otras que sí: como el maravilloso camino en la loma del monte Jaitzkibel de Ondarribia a Pasajes de San Juan.
Desde Pasajes de San Juan nos cruzan en barca hasta Pasajes de San Pedro. En lo alto de ambos pueblos se contemplan las banderas morada y rosa de sus traineras, deporte que se vive con pasión inaudita. Hoy en el periódico local había más páginas dedicadas a las regatas que al partido de la Real Sociedad.
He pasado por Donosti, dicen que una de las más bellas ciudades del mundo. No lo comparto. Como muchas ciudades con asentamiento idílico, la explotación comercial-turística, o quizá un cierto aire elitista, afea o deshumaniza a la ciudad. O serán los surfers de los huevos. Chorradas del bicigrino.
Comí en Zarautz y tampoco me maravilló. Y no me dió por acercarme a ver al gran karlos y reprocharle que 'dónde se ha visto comer sin pan ni vino'. Eso sí, me hice esta foto tan chula.
Hay algunos pueblos costeros precisosos: Guetaria, que chulada y esta Zumaia humm.... Como diría le gran Brixton: me se hace la boca agua. Y más ahora que me voy ¡a cenar!
Agur
No he pegado ojo. 6 personas en un pequeño cuarto, excatologiamente hablando, dan mucho juego. Se dice que un peregrino no se queja nunca, que siempre está agradecido. Y lo pienso cumplir a rajatabla. ¡¡Voto a Brios!!
He salido a las 8 del albergue y me he acercado al puente de Santiago que hace frontera con Francia, para marcar mi km 0 y contemplar como el sol se posaba sobre el Bidasoa e Irún.
Al final de este extenuante día, he llegado a esta preciosa Zumaia, sudando como un pollo. El albergue estaba cerrado y he tenido que subir a Santa Klara en los confines del mundo, empujando durante más de 1 km la bici porque no podía con la cuesta (y si la tuviese, ni con mi alma). Menos mal que la hospedera (con cierto aire a Iñaki Gastón) ha sido más maja que las pesetas y hasta bajó luego a buscarme en coche cuando bajé a cenar. ¡¡Apa Iñaki!!
Ahí he visto al Pegaso salado (con S y sin alas), con ese azul opiáceo del cantábrico y Zumaia.
Debían de ser las 7 cuando he llegado. Total, que he debido estar 11 horas subido a la burra. ¡¡Si se supone que eran 60 y pico kms!!
Algo no cuadra... o sí.
He debido disfrutar de lo lindo, pues se me ha hecho corto. Con mucha calma, haciendo fotos, mriando, escrutando este curioso país vasco, antiguas vascongadas.
Observando a sus congéneres, algunos realmente simpáticos y acogedores, otros desconfiados y con la mirada dura. Contemplando a sus mujeres, de amarga dulzura, de rigurosa femeninidad, sin excesos, de gestos secos y contenidos. No son bellas ni coquetas, pero tienen talle de junco y eso reconforta.
Ocurre que soy el único peregrino que he visto en bici por estos pagos. Esas 11 horas se deben a caminos mal tomados (sí lici, claro que me equivocado un par de veces, es mi intransferible e irrepetible naturaleza) y a veces porque el camino está poco señalizado, a pesar de esta curiosa estampa a la drcha. Qué ánimos, ¡¡solo 767 km hasta la meta!!.
Hay tramos que no se pueden hacer en bici, ni con la técnica del 'empujing', ni con la del 'amiloming' y acabas llegndo al 'blasfeming' en boca, impotente y extenuado.
Hay otras que sí: como el maravilloso camino en la loma del monte Jaitzkibel de Ondarribia a Pasajes de San Juan.
Precioso pueblo este, por cierto, mirad que colores. Y que sabores, que a eso de las 12 del mediodía me zampé 2 bocatas de tortilla que a Díaz Vega le entra cagalera y disfunción erectil.
Desde Pasajes de San Juan nos cruzan en barca hasta Pasajes de San Pedro. En lo alto de ambos pueblos se contemplan las banderas morada y rosa de sus traineras, deporte que se vive con pasión inaudita. Hoy en el periódico local había más páginas dedicadas a las regatas que al partido de la Real Sociedad.
He pasado por Donosti, dicen que una de las más bellas ciudades del mundo. No lo comparto. Como muchas ciudades con asentamiento idílico, la explotación comercial-turística, o quizá un cierto aire elitista, afea o deshumaniza a la ciudad. O serán los surfers de los huevos. Chorradas del bicigrino.
Comí en Zarautz y tampoco me maravilló. Y no me dió por acercarme a ver al gran karlos y reprocharle que 'dónde se ha visto comer sin pan ni vino'. Eso sí, me hice esta foto tan chula.
Hay algunos pueblos costeros precisosos: Guetaria, que chulada y esta Zumaia humm.... Como diría le gran Brixton: me se hace la boca agua. Y más ahora que me voy ¡a cenar!
Agur
3 comentarios:
¡¡¡Saludos desde Polonia!!!!
Encantada de ser la primera en estrenar la sección de comentarios así como la de seguidor@s del blog...que seran un montón,fijo,mientras dure esta pequeña gran aventura.
Lo de siempre Óscar,muchos ánimos y desearte que el camino y la meteorología sean benévolos con vos!!!A disfrutar de esos parajes y bosques encantados....Nos vemos en el camino que queda por recorrer!!!
Petons,salut i peles,
Marta
Aló,
Bueno, yá veo que hemos conocido el auténtico camino............no dormir, alberges atopewuay o cerrados.............sigue confiando en tu suerte colegüita.
Por aquí todo vá bene, mamá tranqui al ver lo guapo que está su merced; y sin novedades....
Ayer estuve con Angel y Elenaviendo a Cooper-de PM..y a Vetusta Morla, de PM también; te mandan-mos muchas abrazos y fuerzas....Amos, que yá queda menos!!!!!
Kisssss
Marta
Muchos zenquius por los ánimos, a las 2 Martas. Pero eso es para disfrutar ehh, que me lo estoy pasando bomba (aunque alguna descastada e impura parte de mi cuerpo sufra en silencio). Jo coper brrrr que bien que estuvistéis. Saludoa a Caniggi ay parienta. Un abrazo.
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